Estas navidades he estado jugando a Anno: Mutationem, un videojuego indie estilo cyberpunk cuyo lanzamiento pasó algo desapercibido en Steam, pero ha tenido una nueva oportunidad con su lanzamiento en Nintendo Switch 5 meses después.¿Qué queréis que os diga?, me ha encantado.
Siempre he sido un verdadero fan de la ciencia ficción. Tanto en películas como en literatura, es un género que consigue abstraerme de mi vida cotidiana y trasladarme a otros lugares y tiempos, otras inquietudes. O al menos eso era al principio. Películas como Star Wars o Dune, del llamado género de ópera galáctica, contaban las historias del bien contra el mal, imitando el género de fantasía con pistolas y espadas láser. Pero llegaron los años ochenta, y con ellos el género del cyberpunk, que cambió para siempre la ciencia ficción tal y como la conocemos.
Las «inocentes» historias de ciencia ficción de los años anteriores empezaron a quedarse cortas o anticuadas para sus consumidores habituales. Pronto comenzaron a introducirse en ellas conceptos que ya habían empezado a mostrarse, especialmente en obras literarias como las de Isaac Asimov o Philip K. Dick, el existencialismo y las postmodernidad se habrían paso fijos en una gran pregunta: ¿De verdad los tiempos futuros serán mejores? Hasta estos momentos casi toda la ciencia ficción se había fijado en lejanos planetas y culturas, en exploración espacial y grandes epopeyas estelares. El cyberpunk por otro lado, se centrará en cómo los avances cibernéticos y robóticos afectan a la vida y al ser de los humanos. Por ejemplo otro de los conceptos típicos dentro del cyberpunk es cómo evolucionará nuestra sociedad en el futuro, la publicidad masiva, las grandes corporaciones y el crecimiento de la criminalidad, serán los miedos e inquietudes de los autores que se verán trasladados a estas obras.
¿Quién es Ann Flores?
En Anno: Mutationem damos vida a Ann Flores, una joven detective que vive en la ciudad de Knoop investigando casos junto a una proyección de la hacker Ayane. Ambas se verán envueltas en la investigación de la desaparición del hermano de Ann, Ryan, que busca una cura para la enfermedad de ésta. A lo largo del caso iremos desgranando poco a poco la extraña naturaleza de la familia de la protagonista, así como un pasado turbulento que se niega a salir a la superficie.
Durante nuestra investigación deberemos explorar paso a paso cada una de las ciudades y localizaciones de este universo cyberpunk. En ellas, en su calidad de detective a saldo, Ann tendrá la oportunidad de llevar a cabo distintas investigaciones en forma de misiones secundarias que, si bien no son originales en sus mecánicas, sí lo son en su resolución, encontrando grandes dosis de humor y cinismo en cada una de ellas.
Metroidvania y exploración
El videojuego de ThinkingStars, editado por Lightning Games, lleva a cabo una fusión entre los entornos 3D y los escenarios 2D que no es en absoluto casual. Por un lado, el juego disfruta de la exploración de las ciudades y escenarios, las multitud de conversaciones y misiones secundarias, así como los comercios y talleres. Toda esta exploración e investigación se llevará a cabo en escenarios desarrollados en tres dimensiones gracias a una estética pixelArt que funciona a la perfección. Si bien esta exploración es entretenida y estética, se siente un tanto hermética pues nuestro personaje no podrá llevar a cabo ninguna acción que no sea andar, correr o iniciar diálogo.
Por otro lado están las fases de combate. Anno: Mutationem es un videojuego de acción y lo demuestra en los escenarios 2D. Los entornos 3D y fases de investigación acabarán por llevar a Ann a lugares plagados de enemigos que deberemos eliminar para seguir avanzando. Si bien decir metroidvania es ser demasiado generosos, sí que disfrutaremos de niveles intrincados en los que desbloquear atajos y resolver la fase. En estas situaciones, la anquilosada Ann Flores se convierte en una auténtica arma de letal gracias a una espada rápida, un mandoble y una pistola a distancia.
El combate se siente rápido y poderoso. Cada golpe de nuestra espada y disparo vibra en nuestras manos además de estar acompañado de un sonido espectacular (muy recomendable los cascos). Sin embargo, se resume en golpe ligero (espada), golpe fuerte (mandoble) y disparo, junto con los ligeros combos que esto nos permite. En movimiento podremos correr, doble salto y rodar, aunque más avanzado en la historia se incorpora un dash, que lo vuelve algo más dinámico, podremos superar el juego con relativa facilidad gracias a rodar (dark souls enyoyer).
Action Rol Player Game
Sí y no. Anno: Mutationem tiene claro lo que quiere pero no cómo llegar a ello. Por ejemplo, durante toda la aventura tendremos la posibilidad de cambiar el vestuario de nuestro personaje, tan sencillo como acercarnos al armario y elegir. De la misma forma podremos comprar nuevos modelos o incluso nos entregarán algunos para misiones concretas, pero ahí finaliza la cosa. No influyen en nuestra forma de movernos ni nos otorgan más protección, sencillamente es una característica estética, que se agradece, pero se queda corto.
Así mismo contamos con un árbol de habilidades, sencillo pero eficaz. Básicamente se divide en dos tipos de puntos de habilidad, los que nos otorgan acciones concretas (un ataque, más facilidad de hackeo) y los que aumentan las capacidades pasivas (más vida, más fuerza, más defensa…). La pena es que, como en muchos juegos, no existe una verdadera elección, sencillamente consiste en ganar los suficientes puntos para adquirir todas, pero eso no cambia nuestro estilo de combate.
Por otro lado, existe la posibilidad de craftear objetos y componentes. Como en todo juego de este estilo nos dedicaremos a rebuscar en la basura y cargar con toda la chatarra que podamos. Todos estos objetos variopintos podremos llevarlos a un taller donde se nos permite desmantelarlos y convertirlos en recursos útiles. Estos recursos nos sirven a su vez para la fabricación tanto de armas como de valiosos chips de habilidad que aplicar a las armas. Sin duda de las mecánicas más interesantes del juego.
Fantasía de Neón
De lejos lo mejor en Anno: Mutationem es su estética. Se nota que se trata de un videojuego realizado por personas enamoradas del género cyberpunk, que calcan a la perfección. Es una auténtica fantasía de neón y leds, que se infiltra en todos y cada uno de los escenarios, explorando a su vez las regiones de naturaleza salvaje por el abandono de la humanidad. Cada una de las ciudades cuenta con su propia naturaleza y estilo, haciendo la inmersión en su universo algo sutil pero efectivo. Contamos con un aerocoche que nos permite reralizar viaje rápido entre ellos a través del mapa, algo que será especialmente importante para el adecuado ritmo narrativo de la historia.
La estética cyberpunk y el arte pixelart están aderezados con ligeras dosis de animación japonesa, como viene siendo habitual en este género. De hecho son muchas las referencias que podemos ver a este respecto, especialmente a mangas como Ghost in the Shell, Evangelion o incluso Elfen Lied (series que os recomiendo muchísimo por supuesto). El pasado escabroso, la pérdida de memoria y los avances tecnológicos sobre el cuerpo serán los actores principales dentro de esta trama, antigua pero siempre efectiva.
Algo que no me gustaría descuidar en este análisis es, las inquietudes de este juego con ese en que no has dejado de pensar durante toda la lectura: Cyberpunk 2077. No solo están en su diseño y ambientación, sino en sus escenarios, en tu piso e incluso en los vehículos. De hecho, el comienzo de la historia y la situación y recursos de Ann son ciertamente similares a los de «V» en Cyberpunk 2077. Tanto es así, que me da en qué pensar que el fiasco de Cyberpunk 2077 en su lanzamiento inspiró a muchos creadores en cierta forma, impulsándoles a pensar «yo puedo hacer esto mejor». Es paradójico porque Anno recae en cierta manera en los mismos errores que el título de CD Projecty Red, y hace igual de bien lo que éste.
Quiero y casi puedo
Para finalizar, Anno: Mutationem lo intenta, pero no llega a conseguirlo. Parece un producto de alguna forma inacabado, pero una gran idea potencial. La integración del 2D y el 3D es extraña al principio pero se agradece a la larga, puesto que ambos sistemas no están bien definidos por separado pero sí bien integrados.
Lo he jugado en una Nintendo Switch y es importante decir que, si bien la tasa de fps es totalmente estable in game, sufre importantes caídas en las pantallas de carga que son tremendamente largas. Aunque el sonido y la definición son geniales, haciendo que prácticamente olvides la estética pixelart.
La gran decepción es la historia, ya que se esperaría algo un poco más profundo y desarrollado, en la línea de su ambientación y dirección artística. Sin embargo sientes que es una historia que ya has visto o leído trescientas veces, sin importantes saltos de guión o sorpresas. Aun así, es un videojuego muy prometedor y es una delicia jugarlo, especialmente por las diferentes misiones secundarias, que te permiten abstraerte del ciclo principal un tanto repetitivo.
Está baratísimo tanto en steam como en la eshop de Nintendo y no me arrepiento en absoluto de haberle dado una oportunidad. ¿Qué os ha parecido a vosotros? ¿Os ha picado la curiosidad?